Sí. Tenéis razón. Hace años que no escribo pero todo tiene un porqué:
Hace dos semanas tenía preparada la mejor entrada de todas. ¡La entrada del año! Aún así, mi suerte hizo que no pudiera escribirla porque todo lo planeado salió al revés. La idea era: COCINA MOLECULAR.
Basándome en estas palabras mayores quería hacer una receta para colgarla al blog y, de repente, se me ocurrió pedir ayuda a una amigo que está haciendo el trabajo (el mismo que hago yo) pero como tema principal él eligió la COCINA MOLECULAR. De este modo, como él tenía que hacer unas recetas ¡por narices! para terminar la parte práctica y yo necesitaba sus recetas para publicarlas en el blog, decidimos quedar un día y hacerlas juntos. Después de una larga espera, finalmente mi amigo recibió las sales cálcicas y otros productos químicos que necesitaba para hacer las esterificaciones y sólo faltaba para que mi plan fuera perfecto quedar un día y hacer las recetas con mucho mimo. Resulta que este esperado encuentro no se produjo porque nunca teníamos libre los dos a la misma hora y, finalmente, él hizo las recetas por su cuenta que, por cierto, creo que eran Raviolli de piña y Lentejas con zanahoria. No hubiera pasado nada si...
¡¡¡LE HUBIERAN SALIDO BIEN!!!
Evidentemente, yo le dije que hiciera fotos y me las pasara pero, si las recetas quedan feas y mal, no se pueden publicar (éste es el primer mandamiento de un blogger de cocina). Entonces, he decidido que cuando termine los trimestrales voy a hacer una gran receta para compensar todos estos días de soledad que habéis pasado. ¿Estáis de acuerdo?
Pues ale, próxima parada ................... ........................ ......................... ......................... ......................... .....................................................................................................................¡¡PIRULETAS DE QUESO!!
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